ARKEOPOLIS - Intervenciones

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En el transcurso de nuestras investigaciones hemos desarrollado estudios también sobre el número trascendental Phi Φ (de no confundirse con el “pi” π), cuyo valor aproximado es 1.61803...

Este número, que es también como el π un número “irracional”, posee inusuales propiedades matemáticas, como por ejemplo su ser la solución de una ecuación de segundo grado: n^² - n^¹ - n^º = 0 que puede ser simplificada con n^² = n + 1 y sucesivamente en 1 / n = n - 1.
La fama de este número consiste en ser la base de la llamada “proporción dorada” (o “divina proporción”) que puede resumirse en la siguiente imagen.

      En la imagen, la división de las medidas de A y B es igual a la división de las medidas de B y C.
      Esta “proporción” se vuelve muy famosa (y debatida) al comparecer sea en la naturaleza (cuerpo humano, plantas, ADN, sistema solar, etc.) sea en obras humanas (ejemplos de arte, arquitectura, música, etc.). No non detallamos en el mérito, pero estamos muy interesados en un futuro cercano a presentar un análisis de la “divina proporción” en los ejemplos mencionados.

      En los últimos años ha sido verificada la presencia de Phi en un sector que ha llamado nuestra atención: la radioastronomía.
      En el 2001 el ELFRAD (en inglés, “Extremely Low Frequency Research And Development”), organización de investigación fundada en 1986 para estudiar radiaciones (sea que lleguen a la Tierra sea que salgan de ésta) ha relevado una señal espacial persistente de 1.618033 Hertz.
      El ELFRAD ha declarado no haber podido establecer el origen de la señal en Φ Hertz, no siendo ésta en relación con anomalías solares ni con otros cuerpos celestes, y sin embargo se ha establecido su presencia en escala global.

La frecuencia de 1.618033 Hertz detectada por ELFRAD

      Desafortunadamente hoy en día el sitio Elfrad.com ya no está on-line. Sin embargo, hemos hallado la página (archivada) que trataba esta frecuencia particular y les señalamos el link:
http://web.archive.org/web/20010606121328/http://www.elfrad.com/SDR3.htm.

      La presencia de frecuencias en el espacio no es por sí mismo un hecho anómalo, explica ELFRAD: “el universo está compuesto por un número infinito de frecuencias, algunas macroscópicamente grandes y otras microscópicamente pequeñas. Todas existen en relación las unas con las otras. Los colores de la luz, los sonidos musicales, el olor de las flores, son todos compuestos de frecuencias combinadas. Algunas se asocian, otras están fuera de fase y se borran las unas a las otras.
      Nuestros cinco sentidos pueden interpretar algunas ondas y hacerlas tangibles a nuestra percepción. Señales acústicas, sísmicas, y electromagnéticas sea de origen natural que artificial nos rodean y son parte de nuestro ambiente.”

      Es, de hecho, la capacidad humana de percibir e interpretar frecuencias que nos ha llevado a descubrir el que hemos definido “sonido áureo”. A seguir les exponemos cómo.
      Hemos inicialmente intentado, a través de la computadora, de reproducir el sonido correspondiente a 1.61 Hertz, es decir la frecuencia “áurea” hallada por el grupo del que hablamos, sin obtener ningún resultado “oíble”.
      Esto porque el oído humano percibe sonidos a comenzar desde los 20 Hertz.
      Hemos por lo tanto excluido también la frecuencia 16.18 Hertz y nos hemos concentrado en generar el sonido correspondiente a 161.80 Hertz.
      El resultado ha sido sorprendente: la frecuencia produce el que nosotros hemos definido “sonido áureo”, increíblemente similar al “sonido cósmico” Om.

      Om (también llamado “Aum”) es, según el budismo, “el sonido primaro de vibración emanado constantemente por todo el universo”.

      Según el hinduismo, el Om es “el sonido del infinito”, “esencia de todos los mantra (versos o cantos religiosos), el más alto matra (palabra divina), símbolo de todo el universo”, y finalmente “el nombre del Señor”.

En el hebraísmo el mismo sonido es representado por la palabra “Amen”. Esta palabra con el significado de “firmeza, certidumbre, verdad” es adoptada como palabra de cierre de las plegarias, uso muy similar al del Aum en los escritos Sánscritos.
En particular, “amen” es también interpretado como el acrónimo de “’El melekh ne’eman” (es decir “Dios, rey digno de fe”).

      También en el cristianismo el mismo sonido es adoptado como palabra de cierre de las plegarias. Además, en el Apocalipsis (Nuevo Testamento) hay referencia al Cristo como “el Amen”.

      En el islamismo el mismo sonido es transmitido por la palabra “Amin”, cuyo uso es análogo al de “Aum” y “Amen”, aunque esta palabra no se halle en el Corán.
      En el Antiguo Egipto, Amen (también conocido como Amon o Amun) es una divinidad monoteísta identificada como “dios de la respiración” y sucesivamente como “dios creador” y “padre de los dioses”.
      Hemos elaborado y compilado un programa que permite generar el “sonido áureo”. Dicho programa (32,1 Kb) se halla en español en la dirección http://xoomer.alice.it/arkeos/aumen-es.exe.

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