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| LA SINIESTRA MANO DEL DIABLO:
NOTAS DE LITURGIA ESPACIAL |
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“La mano izquierda representa
el mundo interior,
el más sutil, menos inmediato.
Invisible a la mirada
de los distraídos,
perceptible solo para quien dialoga
a través de los ojos…
…Yo soy una mano siniestra¹”
Premisa
Este trabajo constituye un pretexto para repasar algunas observaciones del sociólogo francés Robert Hertz, deducidas de su espléndido ensayo de 1909 titulado “Prééminence de la main droite", obra maestra para la comprensión de la antropología religiosa.
La intención es de recurrir célebres textos presentados por el estudioso, interpretándolos a través de algunas manifestaciones de la cultura y del arte, símbolos de la inagotable dicotomía del pensamiento humano.
"Tertium non datur"
La positividad de la derecha y la negatividad de la izquierda han sido, desde siempre, confirmados en el pensamiento religioso, en el que la jerarquía es frecuentemente codificada por la posición espacial.
Sin embargo el espacio no posee direcciones privilegiadas: derecha e izquierda, arriba y abajo, delante y detrás son todos conceptos antropométricos indispensables al hombre para orientarse en el mundo que lo rodea, estructurarlo y hacerlo conocible: como se sabe, de hecho, "tertium non datur" .
Y entonces, ¿porqué la preeminencia de la derecha?
Hertz confuta justamente la solución organicista que se refiere a la asimetría del cerebro, según la que nuestro lado izquierdo sería, por su propia naturaleza, inhabilis.
De hecho ha sido, sin embargo, la preeminencia de la cultura a subrayar la diferencia entre las dos partes, agregándole significados y valores profundamente diferentes.
No se trata solo de consideraciones de tipo moral, hay también otras.
El lado derecho indica desde siempre el masculino, la línea agnática, el superior, el claro, el seco, el oriente, el adelante, el arriba, el día, el fuerte, el cielo.
El lado izquierdo es lo femenino, la línea uterina, lo inferior, lo obscuro, lo húmedo, el occidente, el atrás, el abajo, la noche, lo débil, la tierra.
Hertz basa esta bipolaridad en la esencia de lo religioso y aún más a una dialéctica esencial entre lo sagrado y lo no sagrado.
Llevando todo a la oposición fundamental que se origina en el cuerpo humano indica en el lado derecho lo sagrado y el calor, mientras que el izquierdo se vuelve inevitablemente el frío y lo profano, y por extensión lo peligroso (F. Héritier Augé).
Existe por lo tanto una relación de antagonismo, de conflicto entre las dos partes contrapuestas: en éste la preeminencia de la mano derecha sobre la izquierda ha sido siempre considerada una de las mayores contribuciones a la antropología religiosa.
Valores jerárquicos en escala cósmica
Muy representativas son, en este sentido, las múltiples representaciones del Juicio Universal en las que sistemáticamente hallamos el Eterno representado con la mano derecha hacia arriba, para llamar a sí los elegidos, mientras que con la izquierda aleja a los condenados hacia el infierno.
También la Suerte, en sentido “religioso” , es una potencia de doble apariencia: en las representaciones medioevales se encuentra con frecuencia con un vestido dividido a la mitad: por una parte castellana, por otra campesina.
Otras veces, sin embargo, su rostro es mitad iluminado y mitad ensombrecido: a los favorecidos muestra la parte derecha y luminosa mientras a los que ignora reserva el lado oscuro, izquierdo y siniestro de su rostro.
Esta dicotomía genera, hemos visto, dos aspectos contrapuestos: el polo de la fuerza, del bien, de la vida, y el de la debilidad, del mal y de la muerte.
O, si se prefiere, por una parte Dios, por la otra el diablo.
Es desde la derecha y a través de nuestro lado derecho que entran las influencias favorables y vivificantes; inversamente, a través de la izquierda penetran en lo profundo de nuestro ser el sufrimiento y la miseria.
Es por lo tanto necesario reforzar con la ayuda de amuletos de protección la capacidad de resistencia de un lado particularmente expuesto e indefenso; el anillo que llevamos al cuarto dedo de la mano izquierda tiene como tarea fundamental la de alejar de nosotros las tentaciones y el mal.
De esto deriva la importancia capital de la distinción de los lados del cuerpo y del espacio en la divinación.
Por ejemplo, en un sueño, según el lado en el que la divinidad se manifieste, se espera la felicidad, la victoria y la vida, o la desgracia, la derrota y la muerte.
"… y en la parte oriental del cielo le aparición una cruz de fuego,
rodeada por ángeles que le dijeron:
Constantino, bajo este signo ganarás…"(Jacopo da Varagine)
A través del culto, el hombre busca antes que todo comunicar con las energías sagradas con la tarea de alimentarlas, de aumentarlas y de atraer hacia sí los beneficios de sus acciones.
Es con la mano derecha que es iconográficamente indicado el gesto del adlocutio, de la palabra, de la comunicación, también silenciosa, sobre todo en lo que se refiere al mensaje de salvación de Dios.
Sólo el lado derecho está verdaderamente calificado a entretener estas relaciones “salutíferas” ya que partícipe de la naturaleza de las cosas y de los seres sobre los que los ritos deben tener acción.
La divinidad está a nuestra derecha: es por lo tanto hacia la derecha que nos viramos a rezar.
Es con el pie derecho que debemos entrar en el sitio sagrado.
Es la mano derecha que presenta a Dios la sagrada oblación.
Es ella la que recibe la gracia desde el cielo y la transmite en la bendición.
La puerta del pecado
Larga parte del culto, y no ciertamente la menos importante, también tiende a detener y apaciguar a los seres sobrenaturales malvados o irritados, como también a blandir y destruir las influencias maléficas e ínferas.
Es en este campo que el lado izquierdo prevalece: todo lo que es demoniaco lo toca directamente.
Si es necesario calmar las almas de los muertos o los ávidos demonios con la ofrenda de un don, es la mano izquierda que se ocupa de este “siniestro contacto”.
Es por la puerta izquierda que los pecadores son expulsados de la iglesia.
Es con la mano izquierda que Satanás aguanta la promesa del alma.
Es con la mano izquierda que el ángel del Señor aleja Adán y Eva pecadores del Paraíso terrestre.
Gabriella Cetorelli Schivo
Bibliografía esencial:
Hertz R., 1978, Sulla rappresentazione collettiva della morte, con il saggio La preminenza della
mano destra. Saggio sulla polarità religiosa (orig. 1909), Roma.
Cetorelli Schivo G. , 2007. La sinistra mano del Diavolo in Quaderni del Tibris Custos , serie I , n. 4 ( ottobre/ dicembre 2007), Roma, pp. 77-83.
Búsqueda iconográfica curada por Flavia Schivo.
1Nota para el lector de idioma castellano: el término “siniestra” deriva del latín “sinister”, que también puede traducirse como “izquierdo/a" y "zurdo”.
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| La siniestra mano del diablo
Autor: Gabriella Cetorelli Schivo
Arqueólogo en el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales de Italia.
Publicista, ha curado estudios sobre la pedagogía del patrimonio, sobre la didáctica museal, sobre aspectos de historia romana antigua, así como sobre campañas de excavacion conducidas en el ámbito del MIBAC, en el que ha realizado, en el transcurso de los años, importantes manifestaciones expositivas y de comunicación, además de actividades inherentes la valorización y tutela del territorio, en ámbito arqueológico.
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