Sección Arqueología
COSA, LA PERLA DEL ARGENTARIO

      Los muros de la ciudad de Cosa parecen perfectos con sus bloques poligonales en piedra calcárea, atentamente regularizados en el paramento externo (figg.1-2). Comienza desde aquí, desde la puerta de Noroeste que se abre en la antigua cinta de muro de la ciudad, la visita a las excavaciones arqueológicas de Cosa, que se encuentra en un promontorio rocoso a la altura de 114 metros del nivel del mar. Es el sitio ideal para gozar, en el camino de la visita, de una vista magnífica sobre el Argentario, que comienza a verse procediendo hacia Sudeste y saliendo a la Acrópolis después de una breve pero necesaria visita al pequeño Museo.
      La colonia de Cosa, de derecho latín, fue fundada por los Romanos en el 273 a.C. sobre una porción del que había sido territorio vulcente en correspondencia de un área no ocupada por habitados más antiguos. El nombre fue derivado de un pequeño centro etrusco, Cusi o Cusia, situado en el sitio de la actual Orbetello. La posición estratégica de la colonia y la presencia de un circuito de muros de los años 273-264 a.C., son de poner en relación con la amenaza de la potencia naval de Cartago y con la necesidad de controlar los territorios etruscos conquistados.
      Desde la fundación el centro presentó una estructura caracterizada por una espesa intersección de caminos que se cruzaban a ángulo recto, formando bloques para las casas de los colonos y amplias zonas para los edificios públicos. La centuriación servía también para determinar las partes de terreno a distribuirse a los colonos. A los pies del promontorio en el que se fundó la colonia ha sido construido el Portus Cosanus, a cuyas espaldas se hallaba una amplia laguna costera de la que hoy sólo se conserva el Lago de Burano. El área alrededor del puerto fue organizada con importantes infraestructuras que constituían un seguro refugio para las embarcaciones y servían a evitar que el mismo puerto y la laguna sobremencionada fueran recubiertos por la arena.
     
El itinerario: la subida al Acrópolis
      De la entrada a las excavaciones por la puerta Noroeste, llamada "Fiorentina", se procede por senderos naturales subiendo dulcemente hacia la sede del Anticuario, constituido por la Academia Americana de Roma sobre fundaciones de la abitación de Quintus Fulvius del siglo I a.C.
      En él se conservan hallazgos que testimonian las varias fases de vida y desarrollo de la ciudad, algunos de óptima factura (figg. 3-4). De aquí, procediendo hacia el Acrópolis, puede admirarse un encantador panorama sobre la laguna de Orbetello, fácilmente visible entre los olivos que caracterizan el paisaje de la zona (fig. 5).
      El Acrópolis, situado en el punto más alto de la ciudad, acogía los edificios principales de culto y tenía su propia cinta de muro en parte aun visible, que incluía dos puertas: una, en la que terminaba la vía Sagrada proveniente del Foro, la otra abierta hacia el exterior de los muros de la ciudad. El edificio más importante, el Capitolium, fue erigido en el 170-150 a.C. sobre dos edificios más antiguos, el Auguraculum y el templo de Júpiter. Estaba dedicado a la Tríada Capitolina Giove-Giunone-Minerva y se realizó sobre el modelo del Capitolium de Roma. El templo estaba constituido por tres celdas y u profundo prónao (figg. 6-7). Toda el área ha sido transformada en guarnición militar en el siglo VI d.C. volviendo a utilizar las fortificaciones republicanas y los altos muros del Capitolium.
      La visita del Acrópolis representa el momento culminante de todo el itinerario, que sin embargo no puede darse por terminado sin una parada en el Foro. Este se caracteriza por edificios comerciales surgidos entre el 197 y el 180 a.C., por una basílica de planta rectangular del 150 a.C., abierta hacia la plaza del Foro, por un tribunal para acoger a los magistrados encargados de la administración de la justicia, y por el complejo Curia - Comicio, orientado como un templum. Norte-Sur, a subrayar la importancia que los fundadores atribuían a dichos edificios, emblemáticos de las instituciones. Saliendo del área del Foro se notan los restos de una gran cisterna cubierta de "cocciopesto" (fig. 8). El recorrido procede de allí nuevamente por senderos naturales, bajando con leve pendencia hacia la entrada al área arqueológica.
     
· Texto: Raffaella La Marra
· Fotos: Emanuele Bredice

· Traducción al Español: Arkeopolis

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Cosa, la Perla del Argentario
Doct.a Raffaella La Marra
    Laureada en Arqueología e Historia del Arte Griega y Romana en la Universidad "La Sapienza" de Roma. Ha colaborado en diferentes projectos de excavación y reconocimiento en el parque arqueológico de Veio y ha desarrollado un estudio sobre los hallazgos conservados en el Museo de la Centrale Montemartini en Roma que han sido objeto de su tésis de láurea.
    Ha trabajado en las Casas romanas del Celio como guía turística y en el centro servizi accoglienza del Coliseo y del Palatino.
    Desde Julio 2006 colabora con las revistas on line "Scienza on line", "Archeomedia" y "Auditorium". Un artículo suyo ha sido publicado también en la revista cartácea "Mondomacchina".
    Desarrolla traducciones del Inglés al Italiano.




-"Los Pueblos del Mar", Leonardo Melis
-"Alesandria de Egipto, museo arqueológico bajo el mediterráneo", Franco Camarca

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